Desde su puesta en marcha en mayo de este año, el “Programa Coopera” de la Guardia Civil ha recibido el beneplácito del sector de la Seguridad Privada en su conjunto. Proveedores y usuarios coinciden en señalar que el planteamiento de esta iniciativa ha sido un acierto y que, efectivamente, mejorará la colaboración con dicha institución. Se cumple, por tanto, el objetivo de este programa, que no es otro que potenciar el apoyo operativo mutuo mediante el intercambio “bidireccional” de información.
Este proyecto, que se enmarca en el Plan General de Colaboración de la Guardia Civil -que comenzó en 2006-, se verá completado en 2011 con la creación de Grupos de Coordinación Locales, órganos permanentes de carácter mixto con un ámbito de actuación sectorial. Hasta entonces y mientras sigue su curso, la Benemérita, a través del Servicio de Protección y Seguridad (Seprose), está dando a conocer los contenidos del programa entre los profesionales del sector.
Si en el mes de mayo se produjo la presentación oficial de la iniciativa ante más de cien responsables de seguridad de entidades públicas y privadas, a finales de octubre se convocó a los representantes de compañías proveedoras de servicios y tecnología de seguridad para explicarles, en una segunda fase del programa, los contenidos, plazos y objetivos de la propuesta.
La presentación contó con la participación del teniente general Cándido Cardiel Ojer, director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, quien destacó “el potencial de caudal informativo, susceptible de aprovechamiento policial, que pueden proporcionar tanto las empresas como el personal encargado del servicio de Seguridad Privada”.
Para el teniente general Cardiel, este sector se ha configurado como “una realidad que, más allá del reconocimiento normativo explícito que haya tenido a lo largo de los diferentes periodos históricos, ha coexistido siempre con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE)”. Como ejemplo de sus palabras, se refirió al primer Reglamento para el servicio de la Guardia Civil, vigente en 1852, en el que se mencionaba la relación de “auxilio y colaboración” entre los Guardas de campo y los miembros del Cuerpo.
Desde aquel año, la Seguridad Privada ha evolucionado con la introducción de normas como la Ley de 1992 que regula el sector o el Reglamento promulgado dos años después, que recogen la función subordinada del sector en su relación con las FCSE. No obstante, Cardiel quiso centrarse durante su discurso en la “complementariedad” de la Seguridad Privada respecto a la pública. “La globalización es algo más que un efecto económico. Puede también hablarse de una globalización de riesgos frente a los que hay que oponer una defensa ajustada y equilibrada. Así pues, deben desterrarse acciones individualistas e implicar en esta tarea a todos los elementos capaces de conformar un sistema integral de Seguridad Pública del cual se puedan beneficiar todos los ciudadanos”, manifestó en este sentido.
Según el teniente general, en estos momentos, en los que la sociedad demanda al Estado una mayor calidad en su labor de Seguridad, es cuando los responsables de ésta “no pueden obviar las capacidades de un sector que cuenta con personal cada vez más preparado y con medios cuya sofisticación es, en muchos casos, superior a la de los utilizados por los funcionarios públicos”.
Desde un punto de vista operativo, Cardiel consideró que la relación entre ambas seguridades debe seguir las líneas marcadas por la recomendación del Consejo de la Unión Europea de 13 de junio de 2002 en el “establecimiento de mecanismos que potencien la coordinación y colaboración mediante el intercambio de experiencias y el apoyo en la prestación de servicios, así como la gestión de la información relevante para la Seguridad Pública que puede ser proporcionada por la Seguridad Privada”.
Otros aspectos operativos que mencionó el teniente general fueron “la prevención, el apoyo en caso de intervención, la adopción de primeras medidas o la posibilidad de proteger y conservar las pruebas e indicios de la comisión de un delito hasta la llegada de las Fuerzas policiales”. La colaboración de la Benemérita con el sector de la Seguridad Privada “ha constituido siempre una prioridad”, significó, “y así ha quedado reflejado en los diferentes planes estratégicos de esta institución”.
Finalmente, Cardiel aclaró durante la presentación a las empresas, que aún “queda mucho camino por andar”. Ese recorrido pasa según, este responsable policial, por implementar dos ejes de progresión, que son el “incremento del reconocimiento mutuo de los servicios que se están prestando en todo momento, con objeto de diseñar un sistema de coordinación operativa” y “configurar un flujo de intercambio de información por medios telemáticos”.
Todas estas cuestiones forman parte de la esencia del “Programa Coopera” de la Guardia Civil. Esta iniciativa, que es de carácter voluntario para empresas y usuarios, establece un modelo de relación entre la institución policial y la Seguridad Privada que está basado en la bidireccionalidad.
Este proyecto, que se enmarca en el Plan General de Colaboración de la Guardia Civil -que comenzó en 2006-, se verá completado en 2011 con la creación de Grupos de Coordinación Locales, órganos permanentes de carácter mixto con un ámbito de actuación sectorial. Hasta entonces y mientras sigue su curso, la Benemérita, a través del Servicio de Protección y Seguridad (Seprose), está dando a conocer los contenidos del programa entre los profesionales del sector.
Si en el mes de mayo se produjo la presentación oficial de la iniciativa ante más de cien responsables de seguridad de entidades públicas y privadas, a finales de octubre se convocó a los representantes de compañías proveedoras de servicios y tecnología de seguridad para explicarles, en una segunda fase del programa, los contenidos, plazos y objetivos de la propuesta.
La presentación contó con la participación del teniente general Cándido Cardiel Ojer, director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, quien destacó “el potencial de caudal informativo, susceptible de aprovechamiento policial, que pueden proporcionar tanto las empresas como el personal encargado del servicio de Seguridad Privada”.
Para el teniente general Cardiel, este sector se ha configurado como “una realidad que, más allá del reconocimiento normativo explícito que haya tenido a lo largo de los diferentes periodos históricos, ha coexistido siempre con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE)”. Como ejemplo de sus palabras, se refirió al primer Reglamento para el servicio de la Guardia Civil, vigente en 1852, en el que se mencionaba la relación de “auxilio y colaboración” entre los Guardas de campo y los miembros del Cuerpo.
Desde aquel año, la Seguridad Privada ha evolucionado con la introducción de normas como la Ley de 1992 que regula el sector o el Reglamento promulgado dos años después, que recogen la función subordinada del sector en su relación con las FCSE. No obstante, Cardiel quiso centrarse durante su discurso en la “complementariedad” de la Seguridad Privada respecto a la pública. “La globalización es algo más que un efecto económico. Puede también hablarse de una globalización de riesgos frente a los que hay que oponer una defensa ajustada y equilibrada. Así pues, deben desterrarse acciones individualistas e implicar en esta tarea a todos los elementos capaces de conformar un sistema integral de Seguridad Pública del cual se puedan beneficiar todos los ciudadanos”, manifestó en este sentido.
Según el teniente general, en estos momentos, en los que la sociedad demanda al Estado una mayor calidad en su labor de Seguridad, es cuando los responsables de ésta “no pueden obviar las capacidades de un sector que cuenta con personal cada vez más preparado y con medios cuya sofisticación es, en muchos casos, superior a la de los utilizados por los funcionarios públicos”.
Desde un punto de vista operativo, Cardiel consideró que la relación entre ambas seguridades debe seguir las líneas marcadas por la recomendación del Consejo de la Unión Europea de 13 de junio de 2002 en el “establecimiento de mecanismos que potencien la coordinación y colaboración mediante el intercambio de experiencias y el apoyo en la prestación de servicios, así como la gestión de la información relevante para la Seguridad Pública que puede ser proporcionada por la Seguridad Privada”.
Otros aspectos operativos que mencionó el teniente general fueron “la prevención, el apoyo en caso de intervención, la adopción de primeras medidas o la posibilidad de proteger y conservar las pruebas e indicios de la comisión de un delito hasta la llegada de las Fuerzas policiales”. La colaboración de la Benemérita con el sector de la Seguridad Privada “ha constituido siempre una prioridad”, significó, “y así ha quedado reflejado en los diferentes planes estratégicos de esta institución”.
Finalmente, Cardiel aclaró durante la presentación a las empresas, que aún “queda mucho camino por andar”. Ese recorrido pasa según, este responsable policial, por implementar dos ejes de progresión, que son el “incremento del reconocimiento mutuo de los servicios que se están prestando en todo momento, con objeto de diseñar un sistema de coordinación operativa” y “configurar un flujo de intercambio de información por medios telemáticos”.
Todas estas cuestiones forman parte de la esencia del “Programa Coopera” de la Guardia Civil. Esta iniciativa, que es de carácter voluntario para empresas y usuarios, establece un modelo de relación entre la institución policial y la Seguridad Privada que está basado en la bidireccionalidad.
Un nuevo enfoque

Según explicó Álvarez, el Proyecto Estrategia para la Seguridad Interior de la Unión Europea establece como primera línea conseguir un enfoque amplio e integral de la seguridad, “llegando a la conclusión de que para lograr este objetivo se necesita la participación de todos”. En nuestro país, la Estrategia Nacional de Seguridad lo lleva a la práctica, al basarse en un análisis de los riesgos y las amenazas, la evaluación de las fortalezas, la definición de los objetivos y prioridades, la determinación de las capacidades, y la coordinación y planificación de los esfuerzos de Gobierno, Administraciones Públicas y el sector privado.
Continuando con su exposición, Álvarez explicó que el Plan Estratégico de la Policía y la Guardia Civil, al desarrollar esas líneas estratégicas, pretende optimizar los instrumentos de coordinación de las FCSE, con las autonómicas y locales y con el sector de la Seguridad Privada. Estas directrices se implementan en el Plan General de Colaboración de la Guardia Civil, a través del cual esta institución trata de optimizar su relación con el sector privado en beneficio de la seguridad ciudadana. Los objetivos principales de dicho plan son reforzar los contactos a todos los niveles, potenciar la colaboración operativa, facilitar la gestión de asuntos administrativos y fomentar la colaboración en la formación.
Este Plan ha sido un “primer instrumento”, que ha obtenido “magníficos resultados, aunque tenía alguna debilidad”, como la comunicación operativa, según el coronel jefe César Álvarez.
Diferencias para las empresas
El “Programa Coopera” ha venido a solucionar todas las carencias definiendo los niveles de relación y los canales de comunicación, a la vez que establece los contenidos de las informaciones que han de intercambiarse. En el primer caso, se diferencian dos niveles en cuanto a la transmisión de información. Por un lado, el “Directivo”, de carácter central, que se establece entre el Seprose y los directivos y jefes de Seguridad de las entidades adheridas. Por otro lado, el nivel “Operativo”, de carácter provincial, en el que intervienen las Comandancias de la Guardia Civil y los delegados territoriales de las compañías.
En relación con estos niveles, las empresas de Seguridad presentan matices frente a los usuarios. En el caso de las compañías adscritas, en el nivel “Directivo” tienen pleno acceso a las comunicaciones (tienen plena integración). Sin embargo, en el “Operativo” se diferencia si el usuario al que se presta el servicio está adherido también al “Programa Coopera” o no. Si es así, se integran a través del director de Seguridad; pero si no, se otorga una plena integración, es decir, se dan las mismas características que si se tratara del nivel “Directivo”.
En el caso de las Centrales Receptoras de Alarmas, el Programa prevé mejorar las comunicaciones. La problemática existente con las falsas alarmas es una cuestión de “extrema importancia”, según César Álvarez, cuya solución pasa por mejorar el intercambio de información. “Partimos del principio fundamental de que asumimos que una alarma es una situación crítica, tenemos que hacer el esfuerzo intelectual de pasar por alto que el 95 por ciento de esas alertas transmitidas son falsas, pero no podemos permitirnos menospreciar una señal de alarma”, señaló.
Por consiguiente, el Programa de la Guardia Civil contempla una mejora de las relaciones con este tipo de proveedores de servicios, que pasa por el establecimiento de protocolos que aumenten al máximo la información de las transmisiones para que éstas sean lo más completas posible.
Otro tipo de empresas sujetas a matices son las de transporte de fondos. Álvarez señaló al respecto que es necesario un intercambio de información “en tiempo real”. “Habrá que ir a estudiar las posibles conexiones de sus sistemas con los nuestros. Lo ideal sería que dispusiéramos de información en tiempo real de los transportes que circulan como mejor manera para atender a situaciones difíciles”, expresó en relación con este tipo de entidades.
En las comandancias, el órgano encargado de la relación con la Seguridad Privada es el Oficial de Enlace, que en todas las ocasiones coincide con el Jefe de Operaciones, que es un comandante o teniente coronel “que estará a su disposición y necesitará siempre su ayuda”, explicó a los presentes. La misión de estos responsables, además de servir de enlace con las empresas, está el mantenimiento de la operatividad de las redes de comunicación, la recepción y tratamiento de la información remitida por la Seguridad Privada a cada comandancia, la difusión de la información local de interés para la Seguridad Privada, la atención y tramitación de las propuestas del sector, la propuesta de acciones formativas convenientes y la participación en acciones relacionadas con la actividad.
En relación con estos niveles, las empresas de Seguridad presentan matices frente a los usuarios. En el caso de las compañías adscritas, en el nivel “Directivo” tienen pleno acceso a las comunicaciones (tienen plena integración). Sin embargo, en el “Operativo” se diferencia si el usuario al que se presta el servicio está adherido también al “Programa Coopera” o no. Si es así, se integran a través del director de Seguridad; pero si no, se otorga una plena integración, es decir, se dan las mismas características que si se tratara del nivel “Directivo”.
En el caso de las Centrales Receptoras de Alarmas, el Programa prevé mejorar las comunicaciones. La problemática existente con las falsas alarmas es una cuestión de “extrema importancia”, según César Álvarez, cuya solución pasa por mejorar el intercambio de información. “Partimos del principio fundamental de que asumimos que una alarma es una situación crítica, tenemos que hacer el esfuerzo intelectual de pasar por alto que el 95 por ciento de esas alertas transmitidas son falsas, pero no podemos permitirnos menospreciar una señal de alarma”, señaló.
Por consiguiente, el Programa de la Guardia Civil contempla una mejora de las relaciones con este tipo de proveedores de servicios, que pasa por el establecimiento de protocolos que aumenten al máximo la información de las transmisiones para que éstas sean lo más completas posible.
Otro tipo de empresas sujetas a matices son las de transporte de fondos. Álvarez señaló al respecto que es necesario un intercambio de información “en tiempo real”. “Habrá que ir a estudiar las posibles conexiones de sus sistemas con los nuestros. Lo ideal sería que dispusiéramos de información en tiempo real de los transportes que circulan como mejor manera para atender a situaciones difíciles”, expresó en relación con este tipo de entidades.
En las comandancias, el órgano encargado de la relación con la Seguridad Privada es el Oficial de Enlace, que en todas las ocasiones coincide con el Jefe de Operaciones, que es un comandante o teniente coronel “que estará a su disposición y necesitará siempre su ayuda”, explicó a los presentes. La misión de estos responsables, además de servir de enlace con las empresas, está el mantenimiento de la operatividad de las redes de comunicación, la recepción y tratamiento de la información remitida por la Seguridad Privada a cada comandancia, la difusión de la información local de interés para la Seguridad Privada, la atención y tramitación de las propuestas del sector, la propuesta de acciones formativas convenientes y la participación en acciones relacionadas con la actividad.
Grupos de coordinación
Uno de los ejes importantes del “Programa Coopera” son los Grupos de Coordinación, órganos de carácter mixto que están dirigidos por la Guardia Civil. Si anteriormente era la Benemérita quien se encargaba en exclusiva de constituir esos grupos, en esta otra etapa se integra también compañías del sector.
Estas agrupaciones serán de carácter sectorial, compuestas por entidades con problemáticas comunes, y tendrán la misión principal de garantizar el apoyo operativo. También se diferenciarán por su carácter Directivo u Operativo. En el primer caso, este órgano se reunirá una vez al año y estará formado por Seprose, Estado Mayor de la Dirección Adjunta Operativa, Jefatura del Servicio de Información, Jefatura de Policía Judicial, ICAE y directores de Seguridad. En el rango “Operativo”, las reuniones tendrán lugar cada seis meses y estarán compuestas por los oficiales de enlace, los oficiales de la Policía Judicial, el Servicio de Información, servicios de Intervención de Armas territoriales y los delegados de las compañías. “Con independencia de que las reuniones se fijen anual o semestralmente, el contacto debe ser permanente”, manifestó el coronel jefe del Seprose, “porque todos buscaremos que sean permanentes”.
Estas agrupaciones serán de carácter sectorial, compuestas por entidades con problemáticas comunes, y tendrán la misión principal de garantizar el apoyo operativo. También se diferenciarán por su carácter Directivo u Operativo. En el primer caso, este órgano se reunirá una vez al año y estará formado por Seprose, Estado Mayor de la Dirección Adjunta Operativa, Jefatura del Servicio de Información, Jefatura de Policía Judicial, ICAE y directores de Seguridad. En el rango “Operativo”, las reuniones tendrán lugar cada seis meses y estarán compuestas por los oficiales de enlace, los oficiales de la Policía Judicial, el Servicio de Información, servicios de Intervención de Armas territoriales y los delegados de las compañías. “Con independencia de que las reuniones se fijen anual o semestralmente, el contacto debe ser permanente”, manifestó el coronel jefe del Seprose, “porque todos buscaremos que sean permanentes”.
Contenidos de las informaciones
El “Programa Coopera” exige el suministro continuo de información en ambos sentidos. Por parte de las empresas, establece que han de aportar sus datos de contacto y despliegue geográfico de actuación. En virtud de esa información, la Guardia Civil crea las redes de comunicación necesarias para esa compañía y la pone en contacto con los servicios territoriales de la Benemérita. Esta información tiene que ser actualizada de manera constante a través del correo electrónico (seprose-coopera-empresas@guardiacivil.org) o teléfono facilitados.
Por otro lado, el programa también contempla que las entidades privadas aporten todas aquellas informaciones que puedan ser de importancia para la seguridad ciudadana. “Con independencia de que esto sea lo que recoge la Ley, no entendemos en modo alguno que seamos propietarios de esa información o que tengamos derechos exclusivos sobre ella”, aclaró César Álvarez. El responsable del Seprose defiende que los datos estén “en posesión de todos los que puedan utilizarlos”. Esas informaciones pueden ser las actividades delictivas denunciadas, modus operandi detectados o actividades sospechosas, entre otras. Cuando las comunicaciones sean urgentes, las empresas han de dirigirse a la Central Operativa de Servicios (COS) correspondiente. Si no lo es, se enviaran al interlocutor indicado según el nivel en el que se genere.
Por parte de la Guardia Civil, se aportará información acerca de todos los hechos relevantes que tengan que ver con los servicios y personal de las empresas. Se ofrecerá información policial cuando las compañías requieran su auxilio para detener o localizar personas y responderán a sus consultas sobre datos que necesiten conocer en cualquier momento, cuyo único límite será la Ley de Protección de Datos. Entre esas informaciones se encuentran los cortes de vías y alteraciones de orden público; hechos delictivos graves; incendios, catástrofes, amenazas; o alertas y restricciones de tráfico. El COS encargado de esta comunicación participa vía SMS y/o e-mail.
Asimismo, la Guardia Civil emitirá informes periódicos a nivel “Directivo” sobre terrorismo, actividad de grupos organizados, modus operandi o análisis de riesgos. Estas comunicaciones se resolverán a través de boletines mensuales elaborados por el servicio de comunicación del Seprose enviados vía mail o a través de la web www.guardiacivil.es, en la que los responsables tendrán un espacio restringido con claves.
A través del programa se atenderán también peticiones puntuales, como por ejemplo informes de situación en caso de apertura de una nueva delegación en España o el extranjero.
Por otro lado, el programa también contempla que las entidades privadas aporten todas aquellas informaciones que puedan ser de importancia para la seguridad ciudadana. “Con independencia de que esto sea lo que recoge la Ley, no entendemos en modo alguno que seamos propietarios de esa información o que tengamos derechos exclusivos sobre ella”, aclaró César Álvarez. El responsable del Seprose defiende que los datos estén “en posesión de todos los que puedan utilizarlos”. Esas informaciones pueden ser las actividades delictivas denunciadas, modus operandi detectados o actividades sospechosas, entre otras. Cuando las comunicaciones sean urgentes, las empresas han de dirigirse a la Central Operativa de Servicios (COS) correspondiente. Si no lo es, se enviaran al interlocutor indicado según el nivel en el que se genere.
Por parte de la Guardia Civil, se aportará información acerca de todos los hechos relevantes que tengan que ver con los servicios y personal de las empresas. Se ofrecerá información policial cuando las compañías requieran su auxilio para detener o localizar personas y responderán a sus consultas sobre datos que necesiten conocer en cualquier momento, cuyo único límite será la Ley de Protección de Datos. Entre esas informaciones se encuentran los cortes de vías y alteraciones de orden público; hechos delictivos graves; incendios, catástrofes, amenazas; o alertas y restricciones de tráfico. El COS encargado de esta comunicación participa vía SMS y/o e-mail.
Asimismo, la Guardia Civil emitirá informes periódicos a nivel “Directivo” sobre terrorismo, actividad de grupos organizados, modus operandi o análisis de riesgos. Estas comunicaciones se resolverán a través de boletines mensuales elaborados por el servicio de comunicación del Seprose enviados vía mail o a través de la web www.guardiacivil.es, en la que los responsables tendrán un espacio restringido con claves.
A través del programa se atenderán también peticiones puntuales, como por ejemplo informes de situación en caso de apertura de una nueva delegación en España o el extranjero.
Formación

En definitiva, el programa pretende ser una fuente de oportunidades con el que se pretende poner en valor el papel del director y el jefe de Seguridad, que el sector participe en su desarrollo, que se institucionalicen las relaciones, que haya un mejor acceso a la información y una mayor presencia en la Formación. Y, sobre todo, que en la relación entre la seguridad pública y la privada haya más complementariedad y menos subordinación.
Más información:
Al teléfono 91 342 21 12.
O al correo electrónico:
seprose-coopera-empresas@guardiacivil.org
O al correo electrónico:
seprose-coopera-empresas@guardiacivil.org
Otras iniciativas internacionales en proceso de gestación
Durante la presentación del “Programa Coopera” de la Guardia Civil, la agregada del FBI en la embajada de Estados Unidos en España explicó a los presentes las características de InfraGard una “alianza entre el FBI y las empresas, tanto privadas como públicas”. Según mencionó la ex agente secreto, actualmente hay unas 40.000 personas registradas en este programa en Estados Unidos, entre ejecutivos, empresarios, políticos, militares y catedráticos relacionados con la Seguridad.
“El objetivo más importante es fomentar el intercambio de información”, explicó acerca de este proyecto cuyo cometido es proteger las infraestructuras críticas del país.
También intervino el teniente coronel Guzmán Caballero, perteneciente al ICAE (Intervención Central de Armas y Explosivos) de la Guardia Civil. Este profesional explicó que el ICAE está sustentado en una Unidad Centralizada que tiene distribuida por España un conjunto de interventores. En total, componen esta unidad 1.653 miembros, que en el último año llevaron a cabo unas 25.000 inspecciones. “Intentamos abarcar el mayor número de áreas de España”, manifestó al respecto. El objetivo prioritario de ICAE, que depende directamente de la Dirección Adjunta Operativa, es conseguir una unidad de criterios para los interventores”.
En España hay 33 grandes fábricas de cartuchería y explosivos, 15 de armas de guerra, más de 1.500 armerías, por lo que el teniente coronel Guzmán Caballero consideró que existe una “necesidad de atención e inspección realmente compleja y amplia”.
Por otro lado, este responsable de la Benemérita dio a conocer el Proyecto Falcata, un sistema de rastreo de armas que se implantará en la Unión Europea. Este sistema ya funciona en nuestro país y la intención de la UE es implementarlo en todo el espacio común de los Estados miembros. “Es un gran proyecto por el que estamos luchando, aunque choca con otros países de la UE. A día de hoy se impone nuestro criterio”, concluyó.
“El objetivo más importante es fomentar el intercambio de información”, explicó acerca de este proyecto cuyo cometido es proteger las infraestructuras críticas del país.
También intervino el teniente coronel Guzmán Caballero, perteneciente al ICAE (Intervención Central de Armas y Explosivos) de la Guardia Civil. Este profesional explicó que el ICAE está sustentado en una Unidad Centralizada que tiene distribuida por España un conjunto de interventores. En total, componen esta unidad 1.653 miembros, que en el último año llevaron a cabo unas 25.000 inspecciones. “Intentamos abarcar el mayor número de áreas de España”, manifestó al respecto. El objetivo prioritario de ICAE, que depende directamente de la Dirección Adjunta Operativa, es conseguir una unidad de criterios para los interventores”.
En España hay 33 grandes fábricas de cartuchería y explosivos, 15 de armas de guerra, más de 1.500 armerías, por lo que el teniente coronel Guzmán Caballero consideró que existe una “necesidad de atención e inspección realmente compleja y amplia”.
Por otro lado, este responsable de la Benemérita dio a conocer el Proyecto Falcata, un sistema de rastreo de armas que se implantará en la Unión Europea. Este sistema ya funciona en nuestro país y la intención de la UE es implementarlo en todo el espacio común de los Estados miembros. “Es un gran proyecto por el que estamos luchando, aunque choca con otros países de la UE. A día de hoy se impone nuestro criterio”, concluyó.
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