En la década de los 70 se inicia el uso de la violencia callejera como parte de las manifestaciones de la izquierda abertzale (Izquierda patriota), aunque posteriormente y tras la transición política, algunos de los simpatizantes del llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco adoptan la “violencia callejera” como método de actuación.
Es en los años 90, en que esta forma de manifestación violenta se denomina mediáticamente como “kale borroka” (lucha callejera). Esta actividad violenta surgió a propuesta del ex jefe del aparato político de ETA, actualmente en prisión, José Luís Álvarez Santacristina, Txelis, para ocupar un espacio que no podían cubrir los comandos legales e ilegales. Se trataba de que estos jóvenes, a poder ser menores de edad y sin ninguna vinculación orgánica con ETA, cometieran pequeñas acciones violentas, sin consecuencias judiciales, pero que desestabilizaran socialmente. El éxito en la campaña contra la autovía de Leizarán (1990-1992), en el que los grupos de lucha callejera jugaron un gran papel, mostró en cambio la utilidad de éstos y condujo a ETA a una reflexión sobre la conveniencia de darles una estructura permanente y coordinada. En esta década se produce un incremento de las acciones de kale borroka, pasando de 130 casos en1987 a más de 1.100 en 1996.
Distintas organizaciones juveniles pertenecientes a la denominada izquierda abertzale, también llamados grupos Y han ayudado a organizar y dirigir a la kale borroka:
El 1 de agosto de 1975, surge KAS, La Koordinadora Abertzale Sozialista (en castellano, Coordinadora Patriota Socialista), su fin era coordinar las diferentes acciones de las organizaciones afines al Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), tanto legales como ilegales, tendentes a la consecución de sus objetivos políticos. Surge publicándose un comunicado de presentación firmado por representantes de las diferentes fuerzas que integraban, en aquel momento Euskal Herriko Alderdi Sozialista (EHAS), Langile Abertzaleen Iraultzarako Alderdia (LAIA) y ETA (pm). Asimismo contaba con el apoyo de ETA (m) y los sindicatos Langile Abertzaleen Batzordeak (LAB) y Langile Abertzale Komiteak (LAK).
El 18 de agosto de 1976 EHAS, ETA (pm), LAIA, LAB y LAK reunidos en sesión extraordinaria de KAS formalizan un acuerdo en el que aprobarían una alternativa política táctica para Euskadi, la conocida como Alternativa KAS. Se valoraba en KAS en aquel momento quela Ruptura Democrática o la Reconstrucción Nacional, se podía llevar a cabo en un plazo de tiempo relativamente corto y que sería posteriormente cuando vendría una larga lucha para conseguir los objetivos finales.
En 1977 desde ETA (m), EHAS y LAIA consideraban que en Euskadi todavía no había democracia y apostaban por la Ruptura Democrática, por medio de la Alternativa KAS; para estas organizaciones, la lucha de masas era más importante que la lucha institucional y la lucha armada era un tipo de lucha fundamental.
Por otra parte, EHAS se refundó en Herri Alderdi Sozialista Iraultzailea (HASI), incorporándose a este proceso Eusko Sozialistak e independientes, asimismo a partir de 1978, ETA y HASI valoran que era necesario crear una organización juvenil de izquierda abertzale, que sería Jarrai.
Tras su constitución en 1979, Jarrai se convirtió en una de las principales referencias a la hora de hablar de movimiento juvenil vasco. Su trayectoria se inscribe dentro del proceso de “construcción nacional” para Euskal Herria, que se marca como objetivos la independencia y el socialismo, y que se sustenta en la reivindicación de derechos colectivos fundamentales tales como la autodeterminación, la integridad territorial y el euskera. Respecto a los problemas concretos de la juventud, Jarrai impulsaba una serie de reivindicaciones, como los derechos a una vivienda y un trabajo dignos, a estudiar en euskera, a que las opiniones de los jóvenes tuvieran trascendencia social y a vivir en paz y sin imposiciones.
En el año 2000 se fusionó con la organización Gazteriak (activa en el País Vasco francés) formando Haika.
El Tribunal Supremo la declaró organización terrorista vinculada a Euskadi Ta Askatasuna (ETA) el 19 de enero de 2007. La sentencia del alto tribunal se dictó corrigiendo la sentencia de la Audiencia Nacional de junio de 2005 que había considerado a la organización y sus miembros como «asociación ilícita». La calificación de “terrorista” a esta organización daba continuidad a la ilegalización de todas las organizaciones que, perteneciendo a la denominada izquierda abertzale, no rechazan el uso de la violencia de ETA, al ser declaradas por parte de la justicia como parte del “entorno de ETA”.
La decisión del Tribunal Supremo fue duramente criticada por amplios sectores de la izquierda abertzale debido a que consideran que:
- No se ha podido demostrar la relación entre ETA y Jarrai, al igual que tampoco se ha demostrado que Jarrai controle la denominada kale borroka (lucha callejera), a pesar de que el Tribunal Supremo consideró las pruebas suficientes para dictar su resolución.
- Jarrai no puede ser una “banda armada” sin armas, aunque frente a esto se argumenta que los miembros de Jarrai han utilizado artefactos caseros, como cócteles molotov y cohetes con punta metálica.
Segi, (seguir en castellano) fue ilegalizada en España en 2001, al ser considerada continuadora de las ilegalizadas Haika y Jarrai. En Francia continúa siendo legal.
La forma de organizar a los jóvenes se realiza por medio de las Herriko tabernas (que en castellano se traduce como «taberna del pueblo») es el nombre que reciben los bares donde se reúnen los afiliados y simpatizantes de la izquierda abertzale.
Los grupos Y, junto con los grupos X, menos estructurados, combinan las ventajas de la coordinación con las de la descentralización. Se trata de una estructura difusa, que basta para coordinar las campañas y proporcionar apoyo logístico a los grupos, pero al mismo tiempo da a sus acciones una sensación de espontaneidad, permite una participación flexible con un grado de compromiso variable y dificulta la represión. En particular dificulta la condena por terrorismo de los culpables (la primera sentencia que lo hizo se dio en 1993).
La kale borroka permite encauzar al servicio de ETA las proclividades violentas de sectores juveniles, que en otros lugares se manifiestan a través de las llamadas tribus urbanas. Jóvenes que no se habrían incorporado a un comando de ETA participan en la kale borroka, que actúa como vivero de futuros etarras.
Si interpretamos la kale borroka como un elemento plenamente integrado en la estrategia de ETA, hemos de suponer que las oscilaciones mensuales de su incidencia tienen un significado, aun sin pretender que todos los actos de violencia callejera respondan a una misma lógica. Al analizarlas salta la vista la estrecha coordinación que existe entre la estrategia política de la izquierda abertzale y la incidencia de la kale borroka, que disminuye en los periodos electorales para no perjudicar los resultados de aquella.
El pacto de Lizarra, que fue un acuerdo político suscrito el 12 de septiembre de 1998 en la localidad navarra de Estella (Lizarra en euskera), fue un pacto firmado por todos los partidos políticos vascos de carácter nacionalista, así como por Ezker Batua Berdeak y el Partido Carlista de Euskalerría-EKA, y distintos sindicatos y asociaciones, para buscar la soberanía de Euskadi y el cese del terrorismo, este pacto condujo a la casi desaparición de los ataques contra el PNV, que en años anteriores había sido un objetivo preferente. Se mantienen en cambio con intensidad los ataques contra los partidos opuestos al pacto de Lizarra. Una quinta parte de los ataques se dirigió contra personas o bienes vinculados a PP y PSOE.
El inicio de la tregua del 98 fue acompañado por un descenso de los ataques, que en buena medida se explica por el deseo de no perjudicar el voto abertzale en las elecciones autonómicas de octubre, cruciales para el proyecto acordado en Lizarra.
Muchos analistas han sostenido que el acuerdo entre el nacionalismo democrático y la izquierda abertzale condujo a que el gobierno vasco optara por limitar la intervención dela Erzaintzafrente a la violencia callejera. Una comparación entre algunos datos de 1997 (sin tregua) y 1999 (con tregua) proporciona algunos indicios acerca de la validez de esta tesis.
En conclusión, resulta evidente que la kale borroka actúa en combinación con el terrorismo de ETA para coaccionar la libre expresión política de los ciudadanos vascos. La extendida percepción de que el País Vasco es el lugar de España con menor libertad política ha sido confirmada por una reciente encuesta del Diario Vasco, según la cual siete de cada diez vascos (y más de ocho de cada diez votantes de los partidos no nacionalistas) creen que en la sociedad vasca no existe libertad e igualdad de condiciones para defender todas las ideas políticas. En definitiva, en el País Vasco no están garantizados los derechos fundamentales de los no nacionalistas, que representan cerca de la mitad de la población. Y dada la contribución de la kale borroka a ese resultado, no es extraño que, según el Euskobarómetro de otoño de 1999, el 84 % de los vascos consideren que la kale borroka representa un problema muy grave.
Sin embargo los miembros de la kale borroka se definen como: “lucha de calle”, “lucha en la calle” la respuesta por métodos variadísimos a la situación de represión nacional y social que tiene que soportar Euskal Herria. Dicen que en unos Estados policiales, corruptos, militarizados y fascistas como en los que se les hacen vivir, no se puede desarrollar por desgracia otras formas de protesta. Se quejan de que salen en manifestación y se la prohíben y les cosen a hostias, que no existen medios de comunicación potentes en los que desarrollar las denuncias y los que existían (“Egin”, muchas radios libres) los cerraron a perpetuidad. Euskal Herria está dividida en tres comunidades: Nafarroa y Comunidad Autónoma Vasca (Bizkaia, Gipuzkoa y Araba) al sur (Estado español) y el departamento de Pirineos Atlánticos (Lapurdi, Zuberoa y Nafarroa Beherea) al norte (Estado francés). Se quejan de que están asesinando a los presos políticos y a los exiliados, están en el puto paro, explotados, reprimidos y sin ninguna posibilidad de salir de la miseria. La “kale borroka” se viene ejerciendo desde hace muchos años, variando sus formas según las condiciones; puede ser un salto contra la txakurrada (Término para definir a la policía. Significa “perros”), montar una barricada, pegar unos carteles que no sean “políticamente correctos” o darle fuego a una ETT. Lo que pasa es que se ha venido identificando el término única y exclusivamente con las personas o grupos que más organizadamente ejercen una violencia de respuesta contra la represión y la chulería de los estados opresores y de las propias instituciones vascas que colaboran con ellos. De ahí que los perros de la pluma (periodistas orgánicos) muchas veces, al “traducir” el término “kale borroka”, lo hagan con términos tan manipuladores y falsos como “violencia callejera” u otros similares.
El diccionario dela RealAcademiaEspañola define terrorismo como “Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror” y está claro que quemar contenedores y lanzar cócteles molotov es con ese mismo fin, por ello pienso que igual de necesario es el fin de ETA como cualquier grupo terrorista incluida claro está la kale borroka, que en el fondo son unos niñatos que aún no han madurado siendo fácilmente manejables por otras organizaciones.
Seguramente se creen mas hombres y viriles, pues deberían cumplir su condena en prisión como todo hombre viril que comete un acto terrorista.
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