20 feb 2013

Coche Señuelo.


En estos momentos se está viviendo en México una auténtica guerra entre los narcos y el estado de derecho. Una situación increíblemente compleja donde se entretejen traiciones y corrupciones de policías que delatan a otros compañeros para ser asesinados. La guerra en estos momentos es total.
Las armas utilizadas por parte de los delincuentes además de pistolas y armas automáticas incluyen, lanzagranadas, helicópteros armados, submarinos, vehículos terrestres militares, explosivos de toda condición. Y es que los narcos han comprado  un auténtico ejército en toda regla, con mucho más dinero y sin ninguna regla en cuanto a los derechos humanos que respetar.
Es raro que pase un día sin que se produzca una matanza bien de policías, bien de componentes de otros grupos de narcos, bien de extranjeros inmigrantes que pretenden pasar a EE.UU. (recordar la fosa común descubierta este mes con setenta y cinco de estas personas asesinadas por un grupito de sicarios que los secuestraban, para pedir un rescate a sus familiares y después pasase lo que pasase los mataban. Cuantas de esas fosas no habrá en la frontera sin descubrir).
En resumen la protección de personas y propiedades en ese país se hace más necesaria que nunca. En un país así el protagonismo de un escolta no hay que decir que cobra un protagonismo esencial, ya que cualquier ejecutivo o cualquier persona de relevancia social se sabe objetivo real de cualquiera de las numerosas mafias que no encuentran límites a la hora de utilizar la violencia para conseguir sus perversos objetivos.
Está mal, muy mal lo que voy a decir y verdaderamente es una vergüenza para la profesión, pero la verdad debe salir a la luz. Se han dado no pocos casos de escoltas que se han vendido a los intereses de estas mafias, bien por dinero, bien como consecuencia de una extorsión, pero así ha sido.
Tal vez por estas razones, entre otras, los profesionales españoles  están muy bien considerados, pues se confía mucho en ellos ya que nunca se ha dado el caso de una traición semejante por parte de un escolta español.
Todas estas circunstancias que vive en estos momentos México someten a los profesionales a retos impensables para asegurar la integridad física de nuestros protegidos.
Hoy vamos a hablar de uno muy conocido pero muy efectivo y mucho más utilizado de lo que en un principio pudiéramos pensar. Nos referimos a la utilización de un vehículo señuelo.
Todos sabemos que uno de los momentos más delicados en la protección de nuestro protegido es en los desplazamientos, ya sea a pié, coche, avión, barco, tren etc. ya que abandonar el área segura de la casa, nos hace contraer no pocos riesgos. Y es que los agresores saben con casi total seguridad, cual es la vivienda o/y centro de trabajo de nuestro protegido, por lo que sabrán también de donde parte el vip. Y si saben esto (que como hemos dicho no es difícil) pueden acecharnos y prepararnos un atentado.
Generalmente este tipo de salidas o desplazamientos los haremos en coche. En situaciones de alto riesgo como la que hemos descrito anteriormente es imprescindible que al menos el coche donde viaja nuestro protegido esté blindado. Como sabemos, los hay de muchas clases y también de muchas calidades. Pero en base un vehículo blindado está reforzado por una placa de metal y materiales compuestos resistentes a las balas y a los explosivos.
Evitaremos comprar para nuestra caravana vehículos demasiado grandes ya que no giran igual de bien y en calles estrechas su maniobrabilidad se ve comprometida. Tampoco es conveniente elegirlos demasiados ostentosos ni excesivamente “visibles”. A ser posible, no se deben escoger modelos ni colores iguales a los que escogen los funcionarios del gobierno. Tampoco de colores chillones. En una palabra debemos escoger vehículos potentes, que pasen lo más desapercibidos posibles y que se mimeticen con el tráfico normal de una ciudad.
Es preferible que el vehículo tenga tracción a las cuatro ruedas ya que así podrá maniobrar sobre medianas, bordillos y terrenos difíciles. Hay quien le gusta más el todo terreno, porque además desde arriba se tiene mayor ángulo de visión.
En situaciones como la que estamos viendo es muy importante reforzar el parachoques de forma discreta ya que así el conductor podrá “atravesar” bloqueos en la carretera. En México esto es muy frecuente. Incluso se simula un control policial en una carretera donde te dan el alto y cuando paras te asaltan, secuestran, etc.
Si se sale fuera de la ciudad y se circula por carreteras, es importante moverse de forma dinámica y velozmente. Se ha comprobado que así se hace difícil acertar al vehículo con un lanzagranadas, e incluso si hay un artefacto explosivo.
Se debe reforzar el compartimento motor y usar neumáticos del tipo run-flat, que siguen rodando tras pinchar. Además se debe utilizar depósitos  ignífugos, una buena solución es un aluminio que llena el depósito de modo que si se incendia este canaliza rápidamente el calor, apartándolo del fuego consiguiendo que la llama se extinga e impida una explosión.
Es importante que se adquieran dos o tres vehículos iguales, de la misma marca, del mismo modelo, del mismo color, desde fuera deben costar mucho distinguirlos. De este modo nunca se sabrá a ciencia cierta dónde se encuentra el vip.
Los cristales blindados y tintados, que no se distinga ninguna silueta desde el exterior. Así evitaremos ofrecer un blanco claro.
Sería ideal además, contar con al menos dos salidas de la casa y el trabajo. Por supuesto estos puntos, han de estar constantemente vigilados por nuestro personal. Y desde luego en el exterior ha de situarse un escolta en labores de contravigilancia.
El vehículo señuelo tiene varias versiones:
La primera de ellas es hacer salir al coche en el que normalmente se desplace nuestro protegido, con lo cual conseguiremos que si hay alguien controlando su salida dedique sus esfuerzos a este vehículo y no al que se encuentre verdaderamente el vip, que por cierto saldrá tiempo después en otro coche camuflado.
La segunda de ellas es hacer salir al menos dos coches iguales y hacer que cada uno de ellos escoja rutas distintas. Así conseguiremos confundir la posible vigilancia a la que nos estén sometiendo nuestros agresores que no sabrán en ningún momento si se encuentra en un coche o en otro o tal vez en ninguno de los dos.
La tercera es hacer salir la caravana entera (tres vehículos) o tal vez un vehículo o dos sin nuestro protegido, para comprobar si alguien nos sigue y nos vigila.
De este modo conseguiremos confundir a los agresores que para atentar contra nuestro protegido, por fuerza deben saber donde se encuentra. Si les quitamos el donde y si además seguimos las mínimas normas de seguridad, de no ir siempre por la misma ruta y salir a diferentes horas les quitaremos también el cuándo. Y sin esas dos incógnitas es imposible resolver la ecuación.
Una última cuestión y espero que no se me mal interprete: que sea el jefe de seguridad de la cápsula el que decida cuando y como hacer este procedimiento y por supuesto que no se lo comunique a ningún miembro del equipo ni al propio vip hasta el mismo momento de salir. Todos iremos así mucho más tranquilos.

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